PONENCIA ENCUENTRO MESA AMBIENTAL LOCAL MEAL (28 DE SEMESTRE 2022)

Querida comunidad con mucho ahínco presentamos a ustedes la ponencia que llevamos como comunidad al encuentro de la MEAL en el colegio San Tarsicio:

Un canto a las criaturas de la creación, sobre quienes recae la potestad de destruir o transformar…

Por: Grupo PRAE-CDBB 2022. 

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
El cántico de las criaturas de San Francisco de Asís 

Apéndice 1: Huerta-vivero escolar

Un relato fantástico para contar la soberanía educativa y ambiental como una llave que abre la puerta a mundos posibles…
A continuación, como blasfemia o coro celestial, como huracán o vendaval, se narrarán 3 líneas, 3 experiencias construidas sobre lo que los romances llamarían cadáver exquisito…un solo cuerpo cercenado. La cuarta línea del PRAE aun no llega porque se nos olvidó sembrar la capuchina… 

Experiencias significativas 1:
Cada día trae consigo su propia historia. Los cimientos de la estructura ambiental sucumben ante la tempestad o el resplandor del tiempo; uno a uno los pilares se han ido levantando; más, sin embargo, la ciencia lo explica, es cuestión de ensayo, error y acierto. La epistemología de los proyectos parte de un paradigma, el de la creatividad como forma de expresión de la inteligencia humana; de este modo, no solo es plástico sobre madera lo que levantó nuestra huerta, ahora es un grupo de adolescentes en la inventiva de un sistema de riego para ella. Aunque con PTAR propia en la institución, surge la pregunta ¿Cómo lograr que una planta de tratamiento de aguas residuales pueda dar vida a las semillas puestas en nuestra humilde huerta? Un reto que aún nos cuestiona, nos inquieta, así como hércules en su intento por pisar el olimpo; mucha responsabilidad en manos de pocos, más la solución no tarda mucho cuando es un objetivo común. De este modo, una docente de física, en cada espacio de su apretada agenda escolar, ha pretendido implementar un roció constante de manera artificial que alimente el poco nutritivo suelo de nuestros arados; algo que puede transformarse, cuando entorno a ello la paca ecológica comienza un proceso de descomposición anaeróbica, o eso se cree, pues las directrices de una de las reuniones de la MEAL en uno de sus talleres formativos señalaban:
“la intención es eliminar la mayor cantidad de oxígeno en la estructura y permitir que sean algunos microorganismos los que actúen y así no traer con nosotros la putrefacción de lo orgánico”
En este entramado de ideas se encuentra un conjunto de adolescentes, vía a la adultez; unos más intrépidos que otros; caras multicolor que sonríen al preguntárseles por su futuro. Lo cierto es que la paca lleva en sus tablas su firma personal, algo propio del ego, “esto fue construido por el prom 2022”…
Ahora, hay una arista más: los residuos orgánicos de casa, de todos los pequeños nomos de primaria, en su corta vida, han aprendido a depositar todo lo que se cree es basura, en una cama de 1 por 20 de largo por un medio metro de alto, la PACAAA… No falta el travieso que aprendió que la “desagradable fruta de la lonchera” se convierte en abono, y sin mediar acción o palabra, se arroja a tirar a la paca todo lo que mamá, papá o padrastro prepara con amor; pedazos de hamburguesas, manzanas enteras, bananos sin destapar, naranjas jugosas, sin una boca que pueda saborearlas… más con estas acciones se comprendió que la paca, haciendo un símil con la astronomía, más allá de la astrología, actúa como un hoyo negro; todo lo traga, todo lo consume, y lo convierte finalmente en polvo…

Apéndice dos: El contenedor ¿qué contiene?

“Hombre, acuérdate de que polvo eres y que al polvo volverás” (Génesis, Cap. 3, Vers. 19)
La intención no es ni será apelar a frases alegóricas para departir verdad o justicia, es la acción en el espacio-tiempo lo que nos permite tener disertaciones sobre nuestras practicas pedagógicas. He aquí la historia del polvo que será el mañana, el día que todos esperamos la cosecha de la paca, o la importancia de hablar de los anélidos como una cadena de túneles que oxigenan la tierra en sus entrañas, para que otros hagan de esto su propio ciclo de vida. Por cada lombriz de tierra encontrada, un nuevo asombro va surgiendo; seres humanos que, siendo carne y hueso, desconocen la obra de la creación, o temen a un pequeño gusano que danza sobre la pista café del arado; es allí donde surge la ruptura epistémica, ni los gusanos muerden ni la tierra es cochina, ni ensucia algo más allá que la ropa. Ahí está el resultado de las múltiples reflexiones…

Apéndice tres: ¿Qué es un ladrillo ecológico? ¿para qué nos sirve? ¿tiene algún sentido poner papel sobre papel y empujarlo con un palito?

«[E]l ambiente es como la sombra; nuestra vida, como el cuerpo. Sin cuerpo, no puede haber sombra. Y sin vida, tampoco puede haber ambiente. De igual modo, la vida adquiere forma a través del ambiente».

Nichiren Daishonin, el fundador del budismo Nichiren:

“Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho”. Bergoglio, papa francisco…

Allí estábamos uno a uno recordando que el papelito va a la mano y no al suelo; es un ejercicio constante, pero de mucha disciplina; a veces se olvida todo, como las grandes epopeyas o hazañas de los que ya no están. Los muertos y los mártires hablan desde el más allá, sepultados sobre rellenos sanitarios o escombros, así como cuando la comisión de la verdad recuerda lo que pasó en Orión; al principio no se podía saber a dónde llevar lo recolectado, hasta que siguiendo la directriz del encargado de la UPZ y la MEAL, se dio con una asociación que donaba contenedores, ¡ahora lo sabemos!
Paso a paso: vacía y limpia la botella, aplasta y separa la tapa; la mayoría ya conoce el protocolo, pero ¿qué tanto lo ha interiorizado? Eso no se sabrá en lo inmediato, solo en la intimidad del hogar, la prueba de fuego demostrará si ese retoño y adolescente son capaces de replicar el mismo mensaje en su casa…
Una a una las multinacionales se hacían añicos en la suela de un infante, al estripar el envase pet para llevarlo al contenedor. Ni el caballito de la pony malta pudo volver a correr, ni la coca podría volverse cola al final del día. Todo igual a un solo lugar: un contenedor de botellas, con la palabra asogreen…
Las cadenas productivas de consumo se rompen ante los ojos de quienes crecen con conciencia de mar, de páramo o de selva… el mundo no puede ser solo recoger papeles a la hora del descanso, almuerzo o clases. Al final, todos tienen el mismo fin, el relleno, que ya por los años 90 cobraba la tranquilidad de miles de habitantes de las barriadas de USME, Ciudad Bolívar y aledaños; ahora alguien tomará lo recolectado y le dará una nueva vida, un nuevo origen y una utilidad que, aunque repetitiva, salvará selvas, árboles y yacimientos acuíferos…
“La Tierra tiene una piel y esa piel tiene enfermedades; una de las enfermedades es conocida como “hombre”. Friedrich Nietzsche

 Apéndice 4:
Y así la abeja enamoró a la flor…

Sin rumbo en el más allá miro cómo las parejas de los copetones construyen sus nidos sobre el espesor del pino.
Ilusionados van rescatando amores de verano, piensan si será o no el mañana…
En sus alas desean descubrir el horizonte, se vuelven presos de sus propios pensamientos, y así es…
Definitivamente jóvenes libres como el viento, sembrando semillas en botellas recortadas a la mitad, semilleros de ausencia, pero de esperanza…
Todo puede crecer cuando lo regamos con amor y fe….
Que los sueños siempre sean la utopía que camina tomada de la mano junto a nuestros corazones.

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¿Cuántos chigüiros más deben morir?

En el país de Chigüirilandia, donde los niveles de corrupción se dan principalmente en las altas esferas de la especie, un grupo de chigüiros empresarios y camarillas de algunas cuantas transnacionales comenzaron a vender Chigüirilandia, por partes. En este “noble sentimiento de Progreso” empezaron, en un acomodado restaurante de alguna ciudad de esta hermosa nación del agua, a repartir la torta, y como si fuera poco, convidaron a otras especies como cocodrilos, serpientes, cerdos, lagartos y uno que otro perro viejo, residentes en otros lugares del planeta, para que participaran de dicho festín.
Pero ¿cómo había comenzado todo? Un día este grupo de animales se puso a experimentar con nuevos artefactos, enormes máquinas que podían tragar y absorberlo todo desde lo más profundo de la tierra. A uno de estos artefactos lo nombraron sísmica, y junto con éste se fueron por todos los territorios haciendo grandes huecos en el suelo con la intención de sacar un líquido preciado que trae “Progreso”, el petróleo. No conformes con este recurso natural, se unió al festín el genio mágico de la megaminería, y entonces compraron más herramientas para divertirse; trajeron dragas, tubos, volquetas, camiones, aplanadoras...
Pero ¿cómo había comenzado todo? A medida que “Progreso” llegaba, más tierra se sacaba y más agua se desperdiciaba. Los bosques fueron transformados en autopistas; pequeños caseríos de algunos chigüiros campesinos y obreros se convirtieron en centros de diversión, parques temáticos y zonas de derroche para algunos gordos chigüiros. De esta manera, en un principio, todo iba andando: más petróleo se sacaba, más oro se acumulaba y más chigüiros se enriquecían a costa del sufrimiento de otros cuantos humildes chigüiritos.
La madre naturaleza, muy enfadada, comenzaba a pensar en cómo reparar su sufrimiento… pensó y pensó… ¿qué podía hacer? Se le ocurrió esconder el agua y dejar sin el preciado líquido, muy necesario en la extracción de cualquier hidrocarburo o mineral, a las transnacionales. Pero algo olvidaba la naturaleza y era el hecho de que los trabajadores y habitantes de algunos departamentos de Chigüirilandia como Casanare, Arauca, Guajira, Meta, Chocó, y muchos otros, no tenían velas en este entierro. Al cuestionarse sobre su actitud, la naturaleza decidió arrebatarles el agua a dichos empresarios y ponerla en manos de las diversas comunidades de chigüiros: ancestrales, indígenas, campesinas, obreras y el pueblo chigüiro en general, quienes históricamente siempre dieron vida al preciado líquido, navegando por sus enormes causes y llevando en sus embarcaciones mitos y relatos sobre la importancia de proteger tan liquida mujer.
Pero ¿cómo había comenzado todo? Un día, cuando se cortó el suministro de agua a los magnates chigüiros, ellos decidieron robarla y retenerla: la encarcelaron, la militarizaron con sus ejércitos de halcones del comando sur, y prohibieron cualquier acercamiento a ella. El pueblo chigüiro comenzaba a sentir los estragos que causaba el acaparamiento de dicho liquido…
Los espejos de agua, donde todos los días iban a bañarse los chigüiros y a admirar su profunda belleza, empezaron a secarse, y muchos tuvieron que abandonar sus enormes llanuras y ciénagas para sobrevivir. Los que se quedaron murieron. Y aunque la ministra del medio ambiente de Chigüirilandia estimaba por los principales medios de comunicación que no existía ningún temor por la desaparición de más de 15.000 chigüiros compatriotas. Al mismo tiempo, expresaba lo siguiente: “lo que hay es chigüiros para rato”, olvidando el enorme esfuerzo a través del cual tantos chigüiros sacrificados construyeron su cultura y su vida en dichos riachuelos, lagos, cauces, moyas, y todo lugar donde el agua bañaba la tierra.
El pueblo chigüiro cansado de esta catástrofe, y no teniendo más que su fuerza de trabajo y su convicción de lucha, decidieron organizarse y empezar a promover referendos, plebiscitos, mítines, actos culturales, la recuperación de lagos y lagunas. Entonces, se organizaron en comités de base chigüiro y eligieron sus mejores representantes entre hembras y machos para la batalla.
Por medio de la huelga general paralizaron la industria; fortalecen los comités; ¡pararon todas sus actividades!, exigiendo una mejor condición de vida; cultivar sus alimentos con esperanza y regarlos con solidaridad; expulsar de sus territorios a los dueños de las máquinas del terror y devolver la dignidad al pueblo chigüiro. Lo único que hacía falta era transformar esa acción en un cambio de poder para el pueblo chigüiro, pero un sabio chigüiro se preguntaba: ¿para qué el poder? Aunque no lo hemos tenido formalmente, siempre lo hemos ejercido. Aprendimos que el poder nace del pueblo chigüiro y no de sus instituciones ¿para qué volver al viejo vicio de la demagogia? ¿Por qué no intentar vivir en comunidad y hacer de Chigüirilandia una comuna, una nueva Chigüirilandia?
Ahora, señor lector, ¿por qué sería importante seguir el ejemplo del pueblo chigüiro?

Cristian Andrés Cupajita López

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